Tras esto lo enviamos a la impresora, en estos momentos para las invitaciones estoy utilizando una impresora de inyección de tinta, concretamente EPSON ECOTANK, aún me queda mucho por aprender de estas impresoras pero poco a poco, por ahora decir, que tienen muy buen rendimiento, y la tinta está durando bastante.
En este caso, quedaron así tan preciosas que no me atrevía a dar el siguiente paso… ¿y sabéis por qué? por que íbamos a romperlas… pero no os asustéis. Vamos a romper, o mejor dicho, rasgar los 4 bordes del rectángulo de la invitación.
Y todo esto porque así parecía incluso más » de la realeza», para un verdadero principito.
Tras este paso, que a decir verdad cuesta bastante pues el gramaje es alto, toca envolver la franja de la fecha del bautizo con una fina gasa en color azul real.
Y ahora lo que mancha, poner el sello.
Cogemos diferentes bolitas de cera, en este caso yo tenía mezcla de azules, caribes, blancos fríos y blancos brillantes, los ponemos a fundir en este instrumento tan original.
Y cuando está fundido, tenemos dos opciones según cómo queremos que quede el sello, podemos verter el contenido, una bolita encima de papel de horno y poner el sello, en este caso con la inicial M, de Milan, o verter la cera líquida encima del lazo hecho con la gasa, y poner después el sello.
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